«SERÉIS MIS TESTIGOS»
Publicado el domingo, 23 de octubre de 2022

En un juicio son imprescindibles los testigos. También en las circunstancias cotidianas de la vida necesitamos testigos que nos abran horizontes a los que nuestra propia experiencia no llega.
Este domingo se celebra en la Iglesia el Domingo Mundial de las Misiones, el DOMUND, con el lema «Seréis mis testigos». Esta frase está tomada del evangelio según san Lucas: son palabras de Jesús resucitado a sus discípulos para enviarlos por todo el mundo después de la Pascua.
En san Mateo, el mandato es «hacer discípulos»; en san Lucas, en cambio, se trata de «ser testigos»; el matiz es diferente, aunque la realidad es siempre la misma. De fondo, la clave está en la autoridad de Jesús que nos marca el camino: somos misioneros por obediencia al Resucitado.
Leer másLa religiosidad o la devoción pueden ser un sentimiento que brota de nuestro interior, pero la fe es siempre respuesta a un testimonio que nos viene de fuera. La fe es aceptar la historia de Jesús de Nazaret desde lo que vivieron unos discípulos que fueron testigos oculares de su vida, su muerte y su victoria. Si ellos no hubieran hablado de su experiencia, si no hubieran comunicado el mensaje del Maestro y sus vivencias con él, la Iglesia no habría existido.
Me gustaría reflexionar sobre la diferencia entre ser testigos y transmitir información: se trata de dos actos cercanos, pero diferentes en el fondo y en las formas.
Una de las fuentes principales del conocimiento y la sabiduría es la experiencia, pero nuestra experiencia es muy limitada; por ello, es de sabios escuchar y leer: lo que otros han aprendido nos lo pueden transmitir y, de esta manera, ampliamos nuestros conocimientos. La información enriquece nuestra experiencia humana y nos ayuda a situarnos con sabiduría ante los problemas de la vida. Es necesario, evidentemente, que la información sea veraz y no se convierta en un medio para orientar la opinión de la masa desde las ideologías del poder; es necesario, también, la sensatez en la información: nuestra sociedad de las redes sabe mucho de lo negativa que resulta la hiper-información que nos llega a través de los dispositivos. Se ha repetido, con razón, que somos una sociedad muy informada pero poco formada.
El testimonio, en cambio, es algo diferente a la información.
Es cierto que la información versa sobre asuntos exteriores y sobre temas humanos; unas veces, nos resulta lejana, otras, muy cercana y conmovedora; pero nunca alcanza la hondura de un testimonio.
Un testigo es alguien que transmite algo de forma muy diferente a un informante; el testigo se implica en aquello de lo que habla: trasmite con pasión algo que ha vivido y, de alguna manera, ha tocado su corazón. El testigo es un defensor de la verdad de un hecho, sobre todo cuando se pone en duda entre la mayoría o se tergiversa en medio de la masa. El testigo implica su vida en aquello de lo que habla.
La información nos enriquece y nos ayuda a configurar nuestra cosmovisión y nuestra idea de la sociedad; el testimonio, en cambio, hace posible la fe. Creer no es aceptar un dato, aunque sea de tema religioso: creer es dar credibilidad a una persona y poner nuestra vida en aquello que nos transmite.
El autor del Nuevo Testamento que más insiste en el testimonio es san Juan. Jesús es presentado como el primer testigo: él da testimonio de algo que nadie ha visto, el amor del Padre, su intimidad más personal. La fe consiste en aceptar el testimonio de Jesús sobre Dios y sobre la salvación. Los discípulos, más tarde, se convierten en testigos del Testigo: lo que han creído de Jesús los transmiten a otros con pasión, para ampliar el círculo de los creyentes y el número de los hijos de Dios.
En las redes se multiplica la información, también la religiosa; pero necesitamos testigos que, en persona, transmitan de forma apasionada lo que viven para que hagan posible la conversión de aquellos que escuchan.
Hoy, también, habrá discípulos que obedezcan la voz del Resucitado.
Artículo de D. MANUEL PÉREZ TENDERO. 23 de octubre de 2022.
Hacia el Domingo…28 de agosto de 2022: «NUESTROS PRIMEROS PUESTOS»
Publicado el domingo, 28 de agosto de 2022
¿Son realizables los mandatos de Jesús o suponen, más bien, una utopía? ¿Se puede construir una sociedad plenamente humana desde las claves del Reino?
Los consejos que este domingo escucharemos de sus labios son un ejemplo claro que nos interroga: los discípulos no deben elegir los primeros puestos. Si las personas más valiosas de una sociedad, o de la misma Iglesia, eligen los últimos puestos, ¿quién ocupará los primeros? ¿No es la humildad algo negativo para el bien de la sociedad, no va en contra de la excelencia?
Sigue leyendo «Hacia el Domingo…28 de agosto de 2022: «NUESTROS PRIMEROS PUESTOS»»
Hacia el Domingo…3 de julio de 2022: «RESPONSABILIDAD EN LAS CARRETERAS»
Publicado el domingo, 3 de julio de 2022
Los primeros días de julio están marcados en algunos pueblos por la devoción a san Cristóbal. En muchas catedrales se pueden admirar, todavía hoy, esas grandes pinturas de san Cristóbal portando al niño para atravesar un río: en su servicio a los caminantes se produjo su encuentro con Jesucristo.
Por este motivo, san Cristóbal –literalmente, «el que porta a Cristo»– es el patrono de los conductores y el gran protector de nuestros caminos. El primer fin de semana de julio, por ello, está dedicada a la Jornada de la responsabilidad en el tráfico.
Dirían los sabios de Israel que el gran arte del hombre es saber conducirse por los caminos de la vida; una de las dimensiones fundamentales de este camino es la forma de caminar y de conducir, físicamente, en nuestros desplazamientos.
Sigue leyendo «Hacia el Domingo…3 de julio de 2022: «RESPONSABILIDAD EN LAS CARRETERAS»»
Hacia el Domingo…26 de junio: «DE COLORES»
Publicado el lunes, 27 de junio de 2022
En los comienzos del verano, en esta semana fresca que nos ha regalado el tiempo, he podido disfrutar de un paseo por el alma de diversos lugares de nuestro planeta: he podido escuchar cantos e historias de Kenia, rumores de Tanzania, voces de Angola; he podido ver sonrisas de la India, he conocido historias profundas de Colombia y he escuchado el sonido del quechua que aún hablan las gentes de Perú. También he podido conocer historias de Méjico y he escuchado rezar en polaco.
He podido palpar el espíritu de las grandes ciudades de América, la grandeza de las selvas de África, los horizontes inmensos de Polonia, los desiertos de Perú; he podido imaginar las iglesias llenas de jóvenes en Kenia, los seminarios repletos en Tanzania, el catolicismo fiel de los polacos.
He escuchado la bendición de la mesa en hindi y en polaco, me he emocionado con los cantos a dos voces en suahiri y he conocido rostros de tez morena con matices interminables.
Hacia el Domingo…19 de junio de 2022: «TE HAS HECHO PRESENTE»
Publicado el domingo, 19 de junio de 2022
El gran problema de la humanidad es la ausencia de Dios.
Algún amigo mío matizaría esta frase y hablaría de la «ausencia aparente» de Dios: él está, pero no sabemos verlo. San Pablo lo escribió en su carta a los Romanos: el pecado embota la mente y nos hace no ver la presencia del amigo detrás de sus dones.
Santo Tomás de Aquino, en plena edad media, ya reflexionaba sobre la posibilidad para el hombre de vivir sin Dios.
El mundo está lleno de personas que cuentan sus experiencias de Dios y hablan con alegría de su propia fe; pero también son innumerables aquellos que experimentan la ausencia de Dios, de una manera u otra. Es más, prácticamente todos los grandes amigos de Dios en la historia, los grandes místicos, han sufrido la ausencia de Dios en sus propias carnes.
Sigue leyendo «Hacia el Domingo…19 de junio de 2022: «TE HAS HECHO PRESENTE»»