Reto de amor: No buscar la eficacia

Buenos días, hoy el reto del amor es no buscar eficacia y rendimiento, meterte de verdad en aquello que tienes entre manos. Cada vez se nos inculca más vivir en términos de eficacia, por objetivos cumplidos, no empezamos una cosa y estamos pensando en la siguiente o si las circunstancias lo permiten hacemos dos o tres a la vez. Ayer nos tocaba cocina y así empece con la receta del pescado: “voy a ir rápido y así nos da tiempo a hacer otras cosas”. Cogí la receta y a toda velocidad a preparar ingredientes, utensilios… Cuando trabajamos así siempre hay algún punto que nos traiciona y a mi me la jugó la patatera: eché las patatas, encendí el grifo, tiempo, botón de “on”, casi sin dejarle empezar iba a salir disparada a lo siguiente cuando para mi sorpresa la que empezó a disparar fue la patatera… ¡Las patatas salían volando por la cocina! ¡El agua como si de un aspersor se tratase! Y es que…¡me dejé una de las compuertas de la máquina totalmente abierta! La eficacia del día de cocina se me cayo por los suelos (nunca mejor dicho) nada más empezar. Gracias al conflicto con la patatera pude recomenzar el planteamiento y opte por disfrutar de la cocina ¿sabes? No es lo mismo que acabemos mil cosas que ir haciendo cada una de ellas con Amor, desde la oración. Trabajar orando no es hacer pescado y ya, es trabajar junto al Señor, dejándole que te hable de lo que El quiere con lo que tienes entre manos “no eches pimienta que a algunas les sienta mal” “pon patatas para que aquellas a las que no les gusta el pescado puedan comerlo con camuflaje” “pon un detalle de forma que les entre por los ojos”, pude orar también por todos aquellos que han hecho posible que ese pez llegue a nuestra sartén y lo mejor es que acabe antes por que cuando vives lo que haces es más difícil que haya incidentes.Hoy el reto es poner Amor y oración en tu trabajo, en casa, con tus amigos, sin acelerarte que siempre hay una patatera que te delata (un plato que se cae, alguien que se siente arrollado por tus prisas y se marcha para que sigas “a tu ritmo”, algo que se quema, un cliente que se va disgustado por que no se ha sentido escuchado, un papel mal metido en la impresora que la atasca, un vaso de agua que se cae sobre el libro por un codazo inesperado…) así lo que tengas que hacer, por pequeño que sea, será una obra de amor, disfrutaras con ella y se lo transmitirás a los demás. Cristo no te pide listas interminables de tareas, el éxito no está en la eficacia que tu te propones, está en el Amor que pones en ello, en que realmente te sumerjas en cada cosa que haces, verás que todo sale, sale mejor, sale con Amor y disfrutaras con ello, vive cada momento.

¡VIVE DE CRISTO!