Letanía al Corazón de Jesús

…La herida abierta de Cristo invita al “ojo espiritual” del creyente a buscar la fuente secreta de la que brotan aguas
vivas. El corazón traspasado es un resumen simbólico del misterio pascual, de la esencia del cristianismo.
(>>A cada petición, corresponde un texto de San Juan Pablo II<<)
1. >>Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, ten piedad de nosotros.
¡No tengáis miedo! ¡Abrid de par en par las puertas a Cristo!
2. >> Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad, ten piedad de nosotros.
Estamos en el mundo sin ser del mundo, constituidos entre los hombres como signos de la verdad y de la presencia de Cristo para el mundo. Le entregamos todo nuestro ser concreto como expresión suya, para que él siga pasando
haciendo el bien.
3. >> Corazón de Jesús, santuario de la justicia y del amor, ten piedad de nosotros.
Todo ser humano desde su concepción, tiene derecho a nacer, a vivir su propia vida. No sólo el bienestar, sino el ser mismo de la sociedad dependen de la salvaguardia de este derecho primordial. Si se niega al niño por nacer este derecho, resultará cada vez más difícil reconocer sin discriminaciones el mismo derecho a todos los seres humanos.
4. >>Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, ten piedad de nosotros.
La familia está llamada a ser templo, casa de oración: una oración sencilla, llena de esfuerzo y ternura. Una oración que se hace vida para que toda la vida se convierta en oración.
5. >>Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, ten piedad de nosotros.
A una familia que hace oración no le faltará nunca la conciencia de la propia vocación fundamental, la de ser un gran camino de comunión.
6. >>Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, ten piedad de nosotros.
La acogida, el amor, la estima, el servicio múltiple y unitario a cada niño que viene a este mundo debería constituir siempre una nota distintiva e irrenunciable de los cristianos, especialmente de las familias cristianas; así los niños, a la vez que crecen en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres, serán una preciosa ayuda para
la edificación de la comunidad familiar para la misma santificación de los padres.
7. >>Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por el espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Los padres tienen derechos y responsabilidades específicos en la educación y la formación de sus hijos en los valores morales, especialmente en la difícil edad de la adolescencia.
8. >>Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios, ten piedad de nosotros.
Ayudad a vuestros hijos a salir al encuentro de Jesús, para conocerlo mejor y para seguirlo, entre las tentaciones a las que están continuamente expuestos sobre el camino que lleva a la auténtica felicidad
9. >>Corazón de Jesús, templo santo de Dios, ten piedad de nosotros.
Todos los católicos, en especial los casados, deben ser los primeros en testimoniar la grandeza de la vida conyugal y familiar con una acción catequética y educativa más incisiva y constante que permita incentivar el ideal cristiano de comunión conyugal fiel e indisoluble.
10. >>Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, ten piedad de nosotros.
La persona tiene una necesidad que es aún más profunda, un hambre que es mayor que la que el pan puede saciar: es el hambre que posee el corazón humano de la inmensidad de Dios.
11. >>Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, ten piedad de nosotros.
La caridad procede de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios porque Dios es amor.Solamente lo que se construye sobre Dios, sobre el amor, es perdurable.
12. >>Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad, ten piedad de nosotros.
Dios, Creador de todas las cosas y Señor del cosmos, está unido a cada hombre y mujer por una relación de amor.
13. >>Corazón de Jesús, santuario de la justicia y del amor, ten piedad de nosotros.
Incluso cuando Dios parece guardar silencio ante la opresión, la injusticia o el sufrimiento, sigue amando al ser humano y sale en su ayuda si es invocado.
14. >>Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, ten piedad de nosotros.
¡Cómo los Reyes Magos, sed también vosotros peregrinos animados por el deseo de encontrar al Mesías y adorarle! ¡Anunciad con valentía que Cristo, muerto y resucitado, es vencedor del mal y de la muerte.
15. >>Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, ten piedad de nosotros.
Si vais a ser eficaces predicadores de la Palabra, debeis ser hombres de fe profunda, y al mismo tiempo oyentes y operadores de la Palabra.
16. >>Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, ten piedad de nosotros.
La Iglesia necesita muchos y cualificados evangelizadores que, con nuevo ardor, renovado entusiasmo, fino espíritu eclesial, desbordante de fe y esperanza, hablen cada vez más de Jesucristo.
17. >>Corazón de Jesús, Rey y Centro de todos los corazones, ten piedad de nosotros.
¡Jóvenes!, ¡La Iglesia os mira con confianza y espera que seáis el pueblo de las bienaventuranzas!
18. >>Corazón de Jesús, en quien se hallan todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia, ten piedad de nosotros.
Gracias a todos los jóvenes de habla hispana. No teman responder generosamente al llamado del Señor. ¡Dejen que su fe brille en el mundo, que sus acciones muestren su compromiso con el mensaje salvífico del Evangelio!
19. >>Corazón de Jesús, en quien reside toda la plenitud de la divinidad, ten piedad de nosotros.
Queridos jóvenes, ya lo sabéis: el cristianismo no es una opinión y no consiste en palabras vanas. ¡El cristianismo es Cristo! ¡Es una Persona! ¡Es el Viviente! Encontrar a Jesús, amarlo y hacerlo amar: he aquí la vocación cristiana.
20. >>Corazón de Jesús, en quien el Padre se complace, ten piedad de nosotros.
El sufrimiento humano ha alcanzado su culmen en la pasión de Cristo.
21. >>Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido, ten piedad de nosotros.
La cruz ha venido a ser para nosotros la cátedra suprema de la verdad de Dios y del hombre. Todos debemos ser alumnos de esta cátedra en curso o fuera de curso. Entonces comprenderemos que la cruz es también cuna del hombre nuevo.
22. >> Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, ten piedad de nosotros.
Ahora más que nunca es urgente que seáis los centinelas de la mañana, los vigías que anuncian la luz del alba y la nueva primavera del Evangelio, de la que ya se ven los brotes. La humanidad tiene necesidad imperiosa del testimonio de jóvenes libres y valientes que se atrevan a caminar contra corriente y a proclamar con fuerza y entusiasmo su fe en Dios, Señor y Salvador.