En una de las reuniones de final de curso, revisando todo lo trabajado y vivido, un padre de familia preguntaba cómo llegar a transmitir el precioso mensaje del Evangelio a los demás, a sus propios hijos.
Casi todos los presentes querían responder, ofreciendo diversas soluciones y consejos a su pregunta. Pero hubo una voz más autorizada que habló de forma serena y todos callaron. Transmitir no es exactamente convencer; evangelizar es, ante todo, dar testimonio, transmitir con la voz y con la vida una belleza que nos ha cautivado, un amor que nos ha cambiado la vida y que es fuente de esperanza y humanidad en nuestra existencia cotidiana; la clave está en dar testimonio, comunicar una vivencia propia, sin pretender convencer ni cambiar al otro. En la evangelización, quien cambia es el apóstol; más tarde, con la libertad del que escucha y con la profunda obra de la gracia de Dios, puede llegar el cambio del oyente, el descubrimiento de ese tesoro que el apóstol ha encontrado.
Sigue leyendo «Hacia el Domingo…30 de mayo de 2021: «SILENCIO MISIONERO»»