Creatividad Pobre y Miserable.

Antes, de quienes presentaban una obra que no era suya, se decía que la cosa era copiada o robada.

Ahora, algunos roban la obra, la presentan, se la admiten y hasta son apoyados desde algunas entidades sociales.

El propio autor decía que era material robado.

Un personaje que roba, profana y lo que haga falta, con tal de lograr el triunfo rápido y  el ser conocido, y después de esta hazaña aún pudiera atreverse a decir que ya tiene existencias para la próxima ocasión que se le ocurra decir, asegurando que tiene “obra nueva”.

Y como el dos sigue al uno, ya está la segunda entrega, pues la falta de originalidad es una mala hierba que abunda mucho.

En este caso se trata de una aspirante a triunfar echando mano del “Padre Nuestro” , la más preciosa oración del cristianismo; y en su afán de ganarse toda la fama y alabanzas posibles… ¡ZAS! , de golpe agarra por el mango su falta de creatividad y usando su voz como un martillo, la emprende a golpes de desprecio soez, desvergonzado y blasfemo, y – como quien hace una proeza- lo machaca mientras declama su obra con la altivez y la soberbia de una guapita con cara de asco.

¡Qué poca creatividad! Esto si que es andar pobre de ella. Para esa zafiedad cualquiera habría servido, incluso hubiera quedado mejor sin poner tan de manifiesto su falta de ingenio y de respeto a lo sagrado y a lo cultural, a otras personas.

¿Puede que se trate de una persona tan infeliz que se deje corroer por el odio y el resentimiento y el afán de lograr la fama rápida, para haber llegado a esto? ¿Por qué tanta saña con lo inofensivo?

Tal vez sea una talibana disfrazada de poeta.

¡Qué pena que la pobreza de este país esté llegando e estos extremos! El auditorio lo oyó impasible. Solo uno se fue.

¿Tendremos que organizar una colecta para pagarle un curso de arte  al artista y otro de originalidad y respeto a la dicha poetisa? Escasa anda la dama en estas. Viven las dos una profesional y  misérrima situación de escasez  en ideas e ingenio.

Nosotros seguiremos adorando a Cristo en la Eucaristía con más amor, veneración y respeto. Pediremos por ellos perdón, orando a Dios y diciéndole “Padre NUESTRO”, con ese amor que nace de la palabra PADRE, sintiéndolo nuestro y diciéndole que queremos que lo sea siempre, de todos.

Para ellos, pediremos que le cambien ese corazón tan infeliz y ambicioso que no les deja caminar ni avanzar sin no es pisoteando a los demás.

Y como Dios es Padre y perdona con AMOR y MISERICORDIA, tal vez espera también de ellos que algún día regresen a Él, pues los padres esperan siempre y además la Sangre de su Hijo Jesús fue el precio que tuvo que pagar por todos, para que ninguno se pierda aunque no todos los días sean VIERNES SANTO.

                                       Mari Luz M.