Testimonio de algunos parroquianos en el Camino de Santiago.

Como ya va siendo tradición desde hace cinco años, la Delegación Diocesana de Pastoral de Juventud de Ciudad Real (http://www.jocreal.com/), organizó del 17 al 24 de julio el campamento en camino en su cuarta edición, #camino4, realizando el conocido Camino de Santiago.

En esta edición se realizó el camino Sanabrés o vía de la plata, desde Orense a Santiago con un total de 111 km a lo largo de cinco etapas, y que contó con una participación de unas 80 personas de toda la Diócesis entre peregrinos de 16 a 22 años, monitores y sacerdotes, dentro de los cuales se encuentran algunos miembros de nuestra parroquia, los cuales nos van a contar su experiencia:

¡Hola parroquianos! Me llamo Irene y este es el cuarto año que hago el camino de Santiago con la delegación de pastoral de jóvenes de nuestra diócesis. He tenido la suerte de acompañar, como monitora, a un grupo de 53 jóvenes en esta gran experiencia.
Creo que no existen palabras que describan lo mucho que significa esté camino para los jóvenes. Todos hablan de un cambio en su vida y a lo largo de la semana lo vamos viendo en sus miradas, palabras y gestos. Es muy emotivo ver como,cuando dejamos entrar a Dios en nuestra vida,  Él actúa de manera que todo cambia…con nosotros mismos, con los demás y con Él , haciendo así un ambiente de fraternidad y amor. Recemos porque cada uno de ellos sea capaz de llevar alegremente todos esos frutos a su día a día.
Irene García Vega
Me llamo Carmen  Noelia, tengo 21 años y pertenezco a la parroquia, donde hice la comunión y continué la catequesis hasta la confirmación, así como he participado en diferentes actividades, encuentros y peregrinaciones.
Nunca había hecho el camino y no tenía pensado hacerlo porque no me veía capaz, pero una de mis amigas, Desi, me animó y me apunté. Fue una decisión positiva ya que he conocido a mucha gente y un poco más de mí misma.
Vengo con las pilas cargadas gracias a Dios que sale a mi encuentro poniéndome en marcha.
Me encantaría repetir. El camino es la meta: Dios.
Carmen Noelia Rodríguez Ojeda
¡Buenas parroquianos!
Somos María y Julia y este año hemos hecho por primera vez el camino de Santiago debido a que nuestra catequista Candi nos habló de él e Irene nos animó a venir.
Al principio es un poco duro, pero una vez que llegas es muy reconfortante ya que para nosotras ha sido una experiencia que nos ha servido para acercarnos a Dios y nos ha cambiado la vida a mejor debido a que además hemos conocido a gente maravillosa.
Os invitamos a vivir esta experiencia tan gratificante porque es entonces cuando podréis comprobarlo.
María Ciudad Alañón y Julia Gónzalez de la Rubia

¡Hola percheleros!
Me llamo Juan y llevo ya algunos años colaborando con la pastoral juvenil. Este año he recorrido el #camino4 como monitor de un grupo de unos 50 chavales que han tenido la oportunidad de vivir una experiencia que, en la gran mayoría de los casos, les ha cambiado la vida.
La clave del éxito sigue siendo, ofrecerles un encuentro con el prójimo, consigo mismos y con Él, que es él que verdaderamente nos guía y acompaña en el camino de la verdadera felicidad.
Os pido vuestra oración por todos ellos.
Un abrazo
Juan García Vega
Buenas, yo soy Desi y empecé a ir a la parroquia en catequesis de 2005.Esta es la segunda vez que hago en camino, aunque la anterior de manera distinta, ya que fui como joven y este como monitora. He tenido la suerte de vivirlo de manera diferente, lo que me ha permitido aprender más y enriquecerme mucho.
En esta edición y coincidiendo con el Año de la Misericordia, hemos trabajado durante toda la semana a través de las obra de Misericordia.
El camino es un sitio para superarse, conocerse a uno mismo, descubrir más a Cristo y compartir con los demás muchos momentos y emociones.
Animo a los jóvenes de la Diócesis a que se animen a próximas ediciones. No os arrepentiréis.
Desiré Vieco Araujo
¡Buenas a tod@s!
Me llamo Darío, tengo 21 años y este ha sido mi tercer camino de Santiago. Como los anteriores, ha sido una gran experiencia junto a otros jóvenes y con unos mismo objetivos: la unión, la ayuda, el consuelo,… y Santiago. Alcanzar la meta es muy importante, pero también saber disfrutar del camino, de lo que te depara: momentos de calor, cuestas, caídas, lluvia, niebla, oscuridad entre otros, que paradógicamente se pueden asemejar a momentos del camino de la vida, y tener claro que siempre, siempre, hay que continuar, porque nunca estamos solos.
Animo a todos los jóvenes que nos estáis leyendo a que os animéis a vivir experiencias como las que os hemos contando, y podáis enriqueceros y seguir siendo sal y luz.
Darío García Román